miércoles, 29 de septiembre de 2010

SANTOS ARCANGELES

Dios ha encomendado a los Santos Arcángeles las misiones más importantes en relación a los hombres. Son custodios y protectores de las almas y mensajeros de Dios. Aunque hay siete Arcángeles nosotros hablaremos sólo de tres: Miguel (Ap 12,7-9), Gabriel (Lc 1,11-20; 26-38) y Rafael (Tob 12,15).

ARCÁNGEL SAN MIGUEL. A Miguel se le representa con el traje de guerrero como Príncipe de la Milicia Celestial. Es el que más aparece en las Sagradas Escrituras, y no en vano, ya que la tradición judía hace de él el Arcángel más poderoso. Su nombre significa “Quién como Dios” que es precisamente el lema que gritaba al luchar contra las huestes de Lucifer. Principie de los Ejércitos Celestiales, fue quien arrojó a Satanás al abismo, y es el que según el Apocalipsis vencerá a la Bestia. La Santa Iglesia da a este Santo Arcángel el más alto lugar de todos los Arcángeles y según la Tradición se le reconoce desde siempre como el guardián de los ejércitos cristianos contra los enemigos de la Iglesia y como protector de los cristianos contra los poderes diabólicos, especialmente a la hora de la muerte donde el alma libra su ultima batalla.

ARCÁNGEL SAN GABRIEL. Gabriel significa fortaleza de Dios; según el profeta Daniel (Dan. 9, 21) fue este Arcángel el que anunció el tiempo de la venida del Mesías; y fue él, quien se apareció a Zacarías estando de pie a la derecha del altar del incienso para darle a conocer el futuro nacimiento del Precursor (Lc 1, 10-19). Este Arcángel como mensajero de Dios, fue enviado a la Virgen María en Nazaret para anunciarle el Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios en sus entrañas purísimas, y asimismo, es el Arcángel que tranquiliza a San José respecto a la virginidad de María. Se le considera el Patrón de los periodistas y de los medios de información.

ARCÁNGEL SAN RAFAEL. Rafael significa medicina de Dios. En el Libro de Tobías se cuenta que Dios envió a San Rafael a ayudar al anciano Tobías, a quien para probar su paciencia le había quitado la vista y los bienes, y se hallaba en una gran aflicción, y para acompañar al hijo de este en un larguísimo y peligroso viaje para que consiguiera esposa. En el viaje explicó al jóven Tobías cómo podía casarse con Sara, hija de Raguel, vecina de Ragués de Media, ciudad de los medos. Sara rogaba a Dios la librara de la desgracia que la afligía con la muerte de sus varios esposos, apenas contraía matrimonio. Oyó el Señor las oraciones de Tobías y de Sara y envió a su Arcángel Rafael para aliviarlos.

Creyendo el anciano Tobías próxima su muerte, llamó a su hijo para enviarle a cobrar a un pariente suyo residente en Rages una deuda que tenía con él. Al salir de casa, encuéntrase el joven Tobías con un joven (que era el Arcángel S. Rafael) que se le ofrece para acompañarle en el viaje. Pasando por casa de Raguel y prendado Tobías de su joven hija Sara, le dice el Arcángel que la pida por esposa, pues no le ocurrirá como a los demás maridos habidos por ella que se morían el mismo día que contraían matrimonio. Raguel aceptó a Tobías con gran gozo y le dio a su hija única, enterado por San Rafael de que sería ahuyentado el demonio causante de los anteriores males al cumplir el joven Tobías las instrucciones que él le diera. A este Santo Arcángel se le invoca en los viajes, para alejar toda clase de enfermedades y como protector de los novios.

Fuente: Betania