viernes, 31 de diciembre de 2010

LA CAIDA DE LOS FALSOS DIOSES

La misión de la Santísima Virgen es combatir y vencer al Dragón. A este Dragón que ha seducido a la humanidad con la soberbia, Ella lo vencerá con la humildad. Y así, mientras él se ha formado su ejército con los más grandes, Ella se lo ha formado con los más pequeños. Se ha formado su ejército, no con los más fuertes, sino con los más débiles; no con los más ricos, sino con los más pobres; no con los más grandes, sino con los pequeños.

¿Y por qué? Para combatir y vencer al Dragón. ¿Y dónde lo vence? La victoria del Dragón consiste en haber alejado a la humanidad de Dios y en el haber construído los ídolos que todos adoran en el puesto de Dios. Entonces hoy la misión de la Virgen María es ésta: ¡hacer caer estos falsos dioses y destruirlos!

El Papa Benedicto XVI, en la meditación que pronunció el 11 de octubre pasado, durante la Asamblea especial del Sínodo de los Obispos para el Medio Oriente, afirmó que son tres hoy los falsos ídolos que deben caer:

- Primer ídolo: el dinero; el Papa se refería a los capitales anónimos que hacen esclavo al hombre y lo destruyen.
- Segundo ídolo: la soberbia; que con la difusión de tantas falsas ideologías destruye la verdad.
- Tercer ídolo: la impureza; que con la droga y con la copa de la lujuria seduce a todas las naciones de la tierra.

¡Con la Santísima Virgen estos ídolos deben caer!

La Virgen María tiene esta tarea: destruir estos falsos dioses y llevar a todos sus hijos a amar, a servir y a glorificar al único verdadero Dios: la Santísima Trinidad; Padre, Hijo y Espíritu Santo. Ella quiere llevar a todos a adorar y glorificar al Hijo Unigénito de Dios, que se ha encarnado en el seno virginal por obra del Espíritu Santo: Jesucristo, que ha muerto sobre la cruz para nuestra salvación. Jesucristo crucificado que es el único Salvador y el único Redentor. ¡No existen otros! También para esta perversa generación, sólo Cristo crucificado es fuente de salvación.

La Virgen María tiene la tarea de destruir estos falsos dioses: el dinero, las falsas ideologías y la impureza. Y sobre la destrucción de estos falsos ídolos, quiere llevar a todos a la adoración del único verdadero Dios, de Jesucristo, verdadero hombre y verdadero Dios, nuestro Redentor que nos ha indicado el camino de la salvación en la lucha contra el pecado, en el caminar sobre la senda de la observancia de los mandamientos de Dios y del ejercicio de las virtudes cristianas, en el caminar sobre la vía de la santidad, de la luz, de la plena glorificación de Dios.

¡Gracias, oh Virgen María. Haz caer cada vez más estos falsos dioses. Libra a la humanidad de esta esclavitud. Llévala al culto del único verdadero Dios, a fin de que tu Hijo Jesús sea aún hoy por todos amado, servido y glorificado!

Fuente: P. Gobbi en Fátima (25/10/2010)