martes, 6 de julio de 2010

TU ERES MI TODO, SEÑOR

Tú eres mi fuerza y mi canción, tú mi riqueza y mi porción. ¡Tú eres mi todo, Señor!
Tú eres la perla que encontré, por darte todo yo opté. ¡Tú eres mi todo!

Cristo, Cordero, digno eres tú

Veo mi pecado y mi dolor, y tú me ofreces el perdón. ¡Tú eres mi todo, Señor!
De tu presencia tengo sed, solo tu rostro quiero ver. ¡Tú eres mi todo!

De la mano de María, Señor, hoy yo me quiero ofrendar nuevamente, mi vida entera entregar a ti, mi Dios y mi Dueño. Me quiero comprometer a amarte y a serte fiel, sin importar lo que cueste.

Porque yo creo en ti, cuenta conmigo hasta el fin, dame tu gracia y me basta.

Toma, Señor, y recibe toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; Tú me lo diste: a ti, Señor, te lo entrego.

Todo es tuyo, Señor; dispón de todo según tu voluntad. Solo dame tu amor y tu gracia, que esto me basta.

AMEN