jueves, 8 de septiembre de 2011

AL FINAL

Escuché una canción de una cantautora cristiana, Lilly Goodman, que me inspiró para escribir su letra en esta entrada de hoy. ¡Qué agradecido tengo que estar al Señor porque en su fidelidad puede descansar mi vida, siempre y en toda circunstancia!

Yo he visto el dolor acercarse a mí, causarme heridas, golpearme así.
Y hasta llegué a preguntarme dónde estabas Tú.
He hecho preguntas en mi aflicción, buscando respuestas sin contestación.
Y hasta dudé por instantes de tu compasión.
Y aprendí que en la vida todo tiene un sentido y descubrí que todo obra para bien...

Y que al final será mucho mejor lo que vendrá, es parte de un propósito y todo bien saldrá.
Siempre has estado aquí, tu Palabra no ha fallado y nunca me has dejado.
Descansa mi confianza sobre Ti.

Yo he estado entre la espada y la pared, rodeado de insomnios sin saber qué hacer, pidiendo a gritos tu intervención.
A veces me hablaste de una vez, en otras tu silencio solo escuché. 
¡Qué interesante tu forma de responder!
Y aprendí que lo que pasa bajo el cielo conoces Tú, que todo tiene una razón...

Y que al final será mucho mejor lo que vendrá, es parte de un propósito y todo bien saldrá.
Siempre has estado aquí, tu Palabra no ha fallado y nunca me has dejado.
Descansa mi confianza sobre Ti.

Gracias, Señor, por tu gran fidelidad que me lleva a tener la profunda convicción de que nada sucede sin que Tú lo dispongas así y que en todo intervienes Tú para bien de los que te amamos. AMEN